2 de enero de 2009 - A 176 años de esa injustificable usurpación.
El 2 de enero de 1833 llegó a Port Louis un buque de guerra de bandera británica: la fragata “Clío”. Inmediatamente comunicó a Pinedo que llegaba con órdenes de tomar posesión de las islas en nombre de Su Majestad Británica, por lo cual exigía que se arriara la bandera argentina.
Pinedo dejó encargado a Juan Simón que izara la bandera argentina, embarcó a los pobladores que quisieron irse, y zarpó hacia Buenos Aires. Allí fue juzgado por su actitud de no defender el territorio peleando, siendo condenado a ser dado de baja de la marina.
Debe decirse en su favor que poco hubiera podido hacer ante la inferioridad numérica y de armamento con que contaba frente a la nave inglesa.
Los ingleses, luego de izar su pabellón, se retiraron a los pocos días, dejando al despensero de origen irlandés William Dickson la tarea de izar su bandera todos los domingos y cada vez que se acercara una nave.
Pinedo dejó encargado a Juan Simón que izara la bandera argentina, embarcó a los pobladores que quisieron irse, y zarpó hacia Buenos Aires. Allí fue juzgado por su actitud de no defender el territorio peleando, siendo condenado a ser dado de baja de la marina.
Debe decirse en su favor que poco hubiera podido hacer ante la inferioridad numérica y de armamento con que contaba frente a la nave inglesa.
Los ingleses, luego de izar su pabellón, se retiraron a los pocos días, dejando al despensero de origen irlandés William Dickson la tarea de izar su bandera todos los domingos y cada vez que se acercara una nave.
El gaucho Rivero. Primeras autoridades inglesas
Días después de efectuada la operación de
ocupación de las islas, el Capitán Juan Jaime Onslow leva anclas y zarpa rumbo al Río de la Plata. No había pasado mucho tiempo de la partida de la "Clio" cuando fondea en la Bahía la goleta inglesa "Beagle", cuyo comandante era el Capitán Fitz Roy. Luego de permanecer un tiempo en el archipiélago, y ante el nuevo estado de cosas, se apresura a confirmar al ciudadano francés Juan Simón como capataz de los peones argentinos que habían sido contratados por Luis Vernet.
Sin embargo, pronto surgen dificultades, ya que los gauchos llevados por el ex gobernador de las islas, así como el resto de los empleados, siguen recibiendo en pago de sus salarios unos vales firmados por aquél, los que no son aceptados por el encargado de los almacenes, el irlandés Willian Dickson. Algunos dice también que Mateo ó Mathew Brisbane, (ex empleado de Vernet), ahora bajo las órdenes inglesas, y el capataz Simón, pretendieron incrementar el trabajo de los peones, aduciendo que se estaba bajo dominio británico.
Totalmente en desacuerdo con estas nuevas medidas, tres gauchos y cinco indios, bajo la conducción de uno de ellos llamado Antonio Rivero, se sublevan y luego de una corta lucha donde mueren Brisbane, Dickson, Simón y dos individuos más, toman la casa de la Comandancia, hecho ocurrido el 26 de agosto de 1833. Arrían la bandera inglesa y vuelven a izar el pabellón nacional, el cual ha de permanecer nuevamente por casi seis meses ondeando en el archipiélago.
En efecto, esta situación se mantiene sin variantes hasta que llegan a la isla Soledad dos embarcaciones inglesas: la "Challenger", al mando del Capitán Seymaun y la "Hospeful", bajo la conducción del Teniente Rea. En esta última viaja el Teniente Henry Smith, nombrado Comandante de la isla, quien una vez desembarcado procede a izar nuevamente la bandera inglesa e inicia la persecución de los gauchos sublevados, los cuales ante la llegada de las fuerzas inglesas, optan por retirarse al interior de la misma.
Con el correr de los días, los gauchos caen uno a uno en manos de los ingleses, hasta que el 18 de enero de 1834, el propio Rivero, que ha quedado solo, se entrega al Capitán Henry Smith que había sido enviado para apresar a los revoltosos.
Es interesante destacar que los sublevados, una vez prisioneros, son remitidos a Gran Bretaña para ser sometidos a proceso, pero luego de un tiempo, éstos son devueltos a su patria sin ser condenados, ya que el tribunal británico no se atreve a juzgarlos porque, según éste, los hechos no habían ocurrido en territorio de la corona.
Smith quedó un tiempo a cargo del gobierno de las islas, y hay quienes dicen que todo el episodio de Rivero no habría ocurrido si hubiese habido alguna autoridad en las islas, ya que hasta ese momento los ingleses no habían nombrado a nadie para esa tarea.
Durante el tiempo en que estuvo Smith se trajeron las primeras ovejas, dando un vuelco fundamental a la economía de las islas. Fue sucedido por el teniente Robert Lowcay en 1838 quien realizó el primer censo del lugar, dando como resultado que había veintiún hombres, seis mujeres casadas y una soltera, nueve niños varones y cinco niñas. Entre los nombrados había seis matrimonios ingleses y dos gauchos. Lowcay fue quien llevó ganado por primera vez a la isla occidental.
Grandes cambios ocurrieron con la designación de Richard Moody como teniente gobernador el 2 de agosto de 1841. Fue quien organizó el primer Consejo Legislativo, conformado por cuatro miembros. También decidió trasladar la capital a Stanley (Puerto Argentino para nosotros a partir de 1982). Hoy existe un arroyo que lo recuerda y el cuartel de los infantes de marina ingleses tomó también ese nombre: “Moody Brook”.
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