ANEXO BIBLIOGRAFICO-TALLER PENSAR MALVINAS. PUNTO 4

La hermanita perdida
(Atahualpa Yupanqui - Ariel Ramírez)

De la mañana a la noche,
de la noche a la mañana,
en grandes olas azules
y encajes de espuma blanca,
te va llegando el saludo
permanente de la Patria.

Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.

Amarillentos papeles
te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones
que te llamamos: hermana ...
Sobre las aguas australes
planean gaviotas blancas.
Dura piedra enternecida
por la sagrada esperanza.

Malvinas, tierra cautiva,
de un rubio tiempo pirata.
Patagonia te suspira.
Toda la Pampa te llama.
Seguirán las mil banderas
del mar, azules y blancas,
pero queremos ver una
sobre tus piedras, clavada.
Para llenarte de criollos.
Para curtirte la cara
hasta que logres el gesto
tradicional de la Patria.


Las Malvinas
(José Pedroni)

Tiene las alas salpicadas de islotes,
es nuestra bella del mar.
La Patria la contempla desde la costa madre
con un dolor que no se va.
Tiene las alas llenas de lunares,
lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla.
Es un ángel sin sueño
la patria junto al mar.
Tiene el pecho de ave sobre la honda helada.
Ave caída es su igual.
El agua se levanta entre sus alas.
Quiere y no puede volar.
El pingüino la vela.
La gaviota le trae cartas de libertad.
Ella tiene sus ojos en sus canales fríos.
Ella está triste de esperar.
Como a mujer robada le quitaron el nombre:
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara
que ella no sabe pronunciar.
El viento es suyo; el horizonte es suyo.
Sola, no quiere más,
sabe que un día volverá su hombre
con la bandera y el cantar.
Cautiva está y callada. Ella es la prisionera
que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra.
La nieve que cae es su reloj de sal.
Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,
ella se llama Soledad.


MARCHA DE LAS MALVINAS (Carlos Obligado-José Tieri)

Tras su manto de neblinas,
no las hemos de olvidar.
"¡Las Malvinas, Argentinas!",
clama el viento y ruge el mar.

Ni de aquellos horizontes
nuestra enseña han de arrancar,
pues su blanco está en los montes
y en su azul se tiñe el mar.

¡Por ausente, por vencido
bajo extraño pabellón,
ningún suelo más querido;
de la patria en la extensión!

¿Quién nos habla aquí de olvido,
de renuncia, de perdón? ...
¡Ningún suelo más querido,
de la patria en la extensión.

¡Rompa el manto de neblinas,
como un sol, nuestro ideal :
"Las Malvinas, Argentinas
en dominio ya inmortal"!

Y ante el sol de nuestro emblema,
pura, nítida y triunfal,
brille ¡oh Patria!, en tu diadema
la perdida perla austral.

Coro
¡Para honor de nuestro emblema
para orgullo nacional,
brille ¡oh Patria!, en tu diadema
la pérdida perla austral.


CELEBRACION Y ELOGIO
PARA UN CORTE DE MANGA (de Juaan Luis Gallardo)

Te ví en una película llegada de Inglaterra
con la versión británica respecto a nuestra guerra.
No importa la película pues haré referencia
de su extensión tan sólo a una breve secuencia.
El Gral. Menéndez, la historia ha de juzgarlo,
ya resignó su sable sin llegar a empuñarlo,
bajo cielo plomizo bajo custodia armada
avanza una columna para ser embarcada.
Marchan nuestros soldados arrastrando las botas,
envueltos en sus mantas y masticando derrotas,
y marchabas con ellos en el extremo izquierdo,
de una fila marchabas según lo que recuerdo.
Caminabas a largas zancadas desparejas
y llevabas el casco metido hasta las cejas;
los dientes apretados el ceño de tormenta,
tu bigote era hoguera despeinada y violenta.
Bigotes colorados de bárbaro insepulto;
bigotazos propicios al alcohol y al insulto.
Caminabas con largas zancadas insolentes;
las cámaras siguieron tus pasos con sus lentes.
Caminabas ajeno a tales circunstancias,
la mirada sombría perdida en las distancias.
Al frente la mirada y en los tímpanos ecos
de cien mil estampidos repetidos y secos.
Sin embargo, de pronto, después de haber pasado
delante de las cámaras feroz ensimismado,
reparaste en el rol, el rol involuntario
que protagonizabas para el bando adversario.
Desandaste lo andado y altivo, compadrón
te plantaste delante de la televisión.
Registró el celuloide tu estampa socarrona,
con los brazos en jarras, la sonrisa burlona.
Tus bigotes de lacre a la sombra del casco,
dibujan un visaje de humor, de bronca, de asco.
Entonces, lentamente, cincelaste en un gesto
la actitud inequívoca de quién conserva resto.
Fue el tuyo un admirable corte de manga clásico,
planetario, doméstico, académico y básico.
Fue un gran corte de manga, armonioso directo,
superlativo homérico, delicioso, perfecto,
sublime, cosmogónico, excelso, escatológico,
musical, metafísico, ejemplar, pedagógico.
Te agradezco soldado tu arrebato atrevido,
aunque ignore tu nombre e ignore tu apellido.
Ni siquiera llevabas distintivo ninguno,
anónimo guerrero del sarcasmo oportuno.
Agradezco tu gesto repentino y audaz;
agradezco tu gesto patriótico y procaz.
Simbólico exabrupto, dirigido tal vez
no solo al enemigo, al vencedor inglés,
sino a la cobardía de aquel jefe prudente
que jamás ocupó su lugar en el frente;
al superior cobarde y al gobernante inepto;
al cálculo fallido y al errado concepto;
al cauto periodista que retaceó su aliento
al especulador que aprovechó el momento;
Al político dúplice, al literato críptico,
Al abogado cómplice, al ideólogo elíptico,
Al funcionario escéptico, al mendaz catedrático
Al ámbito soviético y al mundo democrático.
Al este y al oeste, al imperio británico,
Las Naciones Unidas y su Estatuto Orgánico,
A la Comunidad mercantil europea,
A cada voto adverso emitido en la OEA,
Al modo como actuaron los norteamericanos,
A las Ligas que agitan los derechos humanos,
Celebro, combatiente, tu gesto simple y gráfico,
Tu rotundo ademán docente y pornográfico.
Tu gesto dirigido hacia todos los vientos,
Que involucra no obstante opuestos sentimientos,
Pues implica un arranque de gratitud primaria,
que puede establecerse por deducción contraria.
Tu repudio, en efecto, también es expresión
de apoyo para quienes te dieron su adhesión.
Expresión paradójica de afecto transitivo
Abrazo recato, tangencial, primitivo.
Escueta acción de gracia al pueblo solidario
Y al generoso impulso de cada voluntario,
y a cada escarapela que adornó una solapa,
y a cada plaza llena que animó nuestro mapa.
Al aporte entregado en la colecta pública,
A la emoción patriótica de toda la República,
A los tantos rosarios desgranados en coro,
Pidiendo la victoria o una paz con decoro,
A la voz espontánea, diferente y genérica,
de apoyo que elevaron las naciones de América,
al piloto esforzado y al marino cabal,
al conscripto, al gendarme, al cabo, al oficial,
que suplieron cumplir con su deber de soldados
en aquellos lejanos parajes desolados,
al jovial camarada que segó la metralla,
a la sangre fraterna derramada en batalla.
Por éstas y otras cosas que tu gesto delata,
lo celebro guerrero del bigote escarlata.
Celebro tu ademán, celebro tu talante,
celebro el alegato inscripto en tu desplante.
Y propongo que el bronce conserve en alegórico
monumento tu gesto canyengue y metafórico.
Tu brazo proyectado en trunca trayectoria
nos estará indicando el rumbo de la Historia.
Con su órbita inconclusa, tu antebrazo ascendente
dirá de la existencia de un asunto pendiente.
Plástico y elocuente tu ademán detenido
gritará que la guerra no es asunto concluido.
Pues allí, circundadas por espuma revuelta,
LAS MALVINAS esperan, esperan nuestra vuelta.
Y tu corte de manga nos señalará el camino
Que nos lleve otra vez hasta PUERTO ARGENTINO.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jorge Claudio MÁRTIRE

Juan José ARRARÁS

Pedro Horacio Vojkovic "Petar" - El Héroe de Malvinas de City Bell.