UNA HISTORIA DE AMOR EN MALVINAS
(fuentes: "Malvinas, su historia en historia" de Arnoldo Canclini y "Romances turbulentos de la historia argentina" de Daniel Balmaceda)

La criada del gobernador, Magdalena Sholl había salido a pasear con el capitán de un buque recién llegado a las islas. Corría el año 1856 y en esa época quedaba muy mal que una joven saliera de paseo con un hombre, y más todavía si la excursión duraba tres días.
Al regresar, fue expulsada de la casa por su conducta indecorosa. El pastor de la iglesia, Henry Faulkner, le dio refugio, pero no podía mantener esa situación por mucho tiempo, sin caer también víctima de las malas lenguas.
Pero una tarde llegó de visita Lucky Flowers que solía venir al pueblo de vez en cuando a buscar víveres para luego volver a algún lugar desconocido en el campo donde vivía. Y al pastor se le ocurrió una idea.
Sólo Mr. Faulkner sabía la verdadera historia de Flowers. Ocho hombres de los cuáles el más conocido se llamaba Antonio Rivero se habían rebelado en agosto de 1833, poco después de la invasión inglesa a las islas y atacado a quienes quedaron como autoridades provisorias, matando a cinco personas: Mathew Brisbane, el segundo de Vernet; Juan Simón, el capataz; William Dickinson, el despensero; Antonio Wagner y Ventura Pazos, dos colonos.
Los hechos son confusos y tienen diversas interpretaciones, pero se sabe que los ocho rebeldes huyeron al campo y al tiempo debieron entregarse al resultar imposible la subsistencia en condiciones muy precarias, durmiendo al aire libre, sin comida ni abrigo. (Algún parecido…)
Pero uno de los ocho no se entregó y se lo dio por muerto. Un tal Luciano Flores, indio de la pampa que había llegado con la colonia de Vernet. Luciano había sobrevivido ayudando a los cazadores furtivos de lobos marinos que llegaban a la costa. A cambio de sus favores los pescadores le daban ropa y comida y hasta le cambiaron el nombre bautizándolo Lucky Flowers.
El pastor lo recibió al indio como otras veces, pero esta vez lo invitó a cenar y a que conociera a la señorita Sholl. No sabemos si fue por un flechazo de Cupido, o por las maniobras del pastor, pero después de ese encuentro, como si fuera un Roberto Galán isleño, el representante de Dios pudo decir: “se ha formado una pareja”.
Al casamiento acudió todo el pueblo, incluido el gobernador. Los novios recibieron muchos regalos y cuentan que al salir al galope, Lucky/Luciano llevando a la grupa a su mujer Magdalena, la multitud gritó “¡Ahijuna Flowers!”
Dicen también que cerca de Port Louis hay un desembarcadero que los isleños llaman Port Flores ó Flowers.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jorge Claudio MÁRTIRE

Juan José ARRARÁS

Pedro Horacio Vojkovic "Petar" - El Héroe de Malvinas de City Bell.