La historia de las "poppies"

El domingo que caiga más próximo al 11 de noviembre de cada año, en el Reino Unido y en sus colonias y estados asociados se conmemora el Remembrance Day. El día del recuerdo de todos los muertos de todas las guerras.
La manera simbólica de homenajear a los caídos es colocarse una flor roja en el pecho, una amapola, o "poppie" como se dice en inglés.
La historia de esta forma de homenaje se originó en un poema escrito por el médico canadiense JOHN MC CRAE que peleó en los campos de Flandes, en Bélgica. MOINA BELLE MICHAEL,  secretaria de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) de Nueva York se le ocurrió, inspirada en el poema, colocarles a los asistentes a una conferencia sobre la guerra ,una amapola  de seda roja en el ojal. A partir de ese momento, comenzó una campaña mundial para convertir la amapola en símbolo de los caidos.
WILFRED OWEN, uno de los más reconocidos poetas-soldados de la 1º guerra mundial escribió:




Doblados como viejos mendigos bajo bolsas
chocando las rodillas y tosiendo como viejas, madecimos a través del barro
Hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
Y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. 
Muchos ya sin botas
Cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
Ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
De proyectiles decepcionados que caían más atrás.
Nos calamos torpes cascos justo a tiempo
pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando
borroso rtas los vidrios empañados y através de aquella verded luz espesa
como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse
en todos mis sueños, ante mis vista indefensa
se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga
...
Y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
Una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
Vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
Obsceno como el cáncer, amargo como pus
De viles llagas incurables en lenguas inocentes,–
A los niños que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori.

Raúl, John, Oscar y Luis con sus poppies